La Catedral de Tánger ha sido el escenario, una vez más (desde aquí nuestro agradecimiento) de una nueva actuación del Coro Severo Ochoa. Ha servido para mostrar el resultado de tantas horas, de tantas tardes, a lo largo de todo el curso. Se ha ofrecido un repertorio nuevo, mucho más exigente que el de cursos pasado, como es norma. Ha sido una nueva vuelta de tuerca a la dificultad de las canciones interpretadas. Sirva como ejemplo nada menos que un complicadísimo Madrigal de Monteverdi.
Nuestros pianistas han exhibido su habilidad, nuestros solistas nos han emocionado aun cuando han tenido que superar alguna disfonía causada por el entusiasmo deportivo. Todo el coro ha ofrecido una actuación extraordinaria. Ha sido muy emocionante.
Como también ha sido muy emocionante la interpretación de una de las canciones que hubiésemos compartido con el Coro "Giner de los Ríos" de Lisboa si no hubiesen aplazado (esperemos que sea sólo un aplazamiento) su visita. Al cantar "Signore delle cime" desde el abside, dejando vacías las gradas del altar se señala su ausencia en el concierto de una forma muy emotiva.
También ha actuado el Coro "Tánger a Capella" del que forman parte muchos profesores y que también dirige Luis Badosa.
Nuestros pianistas han exhibido su habilidad, nuestros solistas nos han emocionado aun cuando han tenido que superar alguna disfonía causada por el entusiasmo deportivo. Todo el coro ha ofrecido una actuación extraordinaria. Ha sido muy emocionante.
Como también ha sido muy emocionante la interpretación de una de las canciones que hubiésemos compartido con el Coro "Giner de los Ríos" de Lisboa si no hubiesen aplazado (esperemos que sea sólo un aplazamiento) su visita. Al cantar "Signore delle cime" desde el abside, dejando vacías las gradas del altar se señala su ausencia en el concierto de una forma muy emotiva.
También ha actuado el Coro "Tánger a Capella" del que forman parte muchos profesores y que también dirige Luis Badosa.