sábado, 9 de abril de 2011

Concierto en la Catedral de Tánger

El Coro Severo Ochoa interpretó el sábado, 9 de Abril, en el marco de la Semana Cultural uno de los mejores Conciertos de su historia musical: por la magnitud de su repertorio, la cantidad y calidad de coralistas en el escenario, la magia vivida entre su Directora, M. Carmen Muñoz, y la orquesta de cuerda…Y, no podía ser menos, después de la emotiva presentación que, a modo de Carta de entrada, hizo el profesor Francisco Domínguez, auténtico mecenas y protector de todos y cada uno de los coralistas, dispuestos a cantar y a interpretarse a sí mismos, en cada actuación musical. Y lo que se vivió este inolvidable día fue mucho más que un Concierto; fue, ni más ni menos, una obra de arte total, con orquesta, percusión, danzas, ópera…La Música, esa gran señora, se fue paseando entre cada uno de los entregados espectadores, haciendo y dejando hacer.
El Concierto se abrió con el magnífico Conjunto Instrumental de Flautas Ramón y Cajal, dirigidos por su profesor Fernando, gran maestro de maestros. Con su habitual simpatía, este grupo interpretó lo mejor de su repertorio musical. No en vano, ya habían recibido las felicitaciones del público el pasado 2 de Abril en el Festival de la Música de Rabat.
A continuación, el Trío de Guitarras, que tantas veces acompaña al Coro Severo Ochoa en sus giras musicales, estrenó dos obras musicales compuestas por dos de sus componentes, los grandes guitarristas Driss el Bouacheri y Juan Rodríguez, armonizados por Adil Raissouni.La parte instrumental del Concierto se completó con la brillante interpretación musical del Erytheia Ensemble que, con una afinada técnica y una línea melódica llena de sutilezas, interpretó Música de Cine, sentida y emotiva.
Y, a continuación, llegó la actuación del Coro Severo Ochoa, lo más esperado del Concierto, como colofón y broche de oro a una tarde inolvidable. La interpretación se abrió con una primera parte de obras religiosas, a cinco voces, que crearon una atmósfera intimista y sosegada. Pero las sorpresas estaban por llegar. Inolvidable el dúo de Don Gil de Alcalá que se marcaron los Directores. Un tenor y una soprano, divertidos y entregados a su público. Magistral el aria Oh, mio babbino caro, de la soprano M. Carmen Muñoz, que igual canta, que baila o dirige. Eso es el Arte. Inolvidable e impecable la interpretación de la mezzosoprano Hind Bakkali, cantante formada en el Coro, que está llamada a dar mucho en la interpretación vocal. La parte de zarzuela fue graciosa, simpática, como ha de ser el género chico.
Las Danzas Polovstianas y los Carmina Burana fueron impresionantes. Hace falta valor. Y valor sobró, para cantar en ruso, latín, árabe, francés, italiano, inglés y castellano, sin duda. Coro y Orquesta en el buen hacer de su Directora.
Unas palabras grabadas en el corazón. “Gracias profesora, por todo lo que está haciendo por nuestros hijos”. No hace falta más. Ni menos. Gracias a todos los que amáis este Coro y lo hacéis posible.

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