Kahina lo dejó claro, no era un adiós, era un hasta siempre.
El concierto de despedida del Coro y de su Director, Luis Badosa estuvo cargado de emociones: la emoción del marco hermosísimo del patio del Palacio de Moulay Hafid, las últimas luces del crepúsculo, la música mejor interpretada que nunca tan bien interpretada como siempre, la gran asistencia de amigos del Coro y de Luis...
Pero hubo, además, emociones de propina: la pieza que cantó el propio Luis con Amira, la canción que los coristas habían preparado en secreto para ofrecérsela a su Director, las palabras de éste sobre su trabajo con el Coro y con el Instituto, los agradecimientos, etc.Afortunadamente un espléndido cóctel ofrecido por Luis a los asistentes nos hizo sobrepasar la congoja del adiós y las emociones se hicieron más festivas. Mucho hasta el curso que viene, mucho abrazo, mucho beso, mucha cordialidad.
La noche no acabó ahí para los cantantes y su leader, que disfrutaron de una cena de compañerismo con intercambio de regalos de él a ellos y de ellos a él, con las sentidas palabras de Mehdi que resumieron el sentir general, muchas bromas, muchos recuerdos, muchas firmas en los libros que resumían seis años de esfuerzos y también de satisfacciones.
Y al final, "Buenas noches y ¡hasta siempre!
1 comentario:
Hasta siempre, amigos, compañeros...
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