El último día de nuestra estancia en Portugal, sábado en el que hasta los meteoros han mostrado su disgusto con nuestra próxima marcha, lo hemos pasado en una actividad conjunta con nuestros anfitriones que ha consistido en un viaje en el que, por la mañana, hemos visitado la bella ciudad de Sintra con recorrido por el Palacio Nacional.
Como la música es lo que nos ha traído hasta aquí, no quiso quedar ausente de este día y de forma espontánea ambos coros se unieron para interpretar un par de canciones en la plaza ante el Palacio Nacional.
Una comida de hermandad ha terminado de consolidar las nuevas amistades y, antes de volver con las familias que tan amablemente y tan maravillosamente nos han recibido, hemos visitado el punto más occidental de Europa, el cabo Da Roca.
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